El Centro Tecnológico de la Energía (ITE) participó en el IV Foro COLABORA AGROBIOTEC, organizado por BIOVAL el pasado 13 de mayo en Las Naves (Valencia). Este evento reunió a más de 120 expertos del sector agroalimentario para debatir sobre los grandes desafíos que enfrenta la agricultura, como el cambio climático, plagas emergentes y la degradación del suelo. Durante la jornada se compartieron innovaciones en biotecnología aplicadas al campo, incluyendo estrategias de biocontrol, digitalización y sensórica, uso de microorganismos y mejora genética de cultivos.
El foro fue inaugurado por Gonzalo Belenguer, director general de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT), y Victoria Gómez Galdón, jefa de la unidad de Innovación del IVACE+i Innovación. Uno de los momentos destacados fue la mesa redonda en la que participaron representantes de empresas y asociaciones clave del sector como Kristell Santander (Neval), Pepe Castro (Unió Llauradora i Ramadera), Raquel del Val (Darwin Bio prospecting Excellence) y David Lapuente (Biovegen), quienes discutieron sobre las oportunidades y desafíos que presenta la biotecnología en la agricultura.
El ITE presentó una innovadora tecnología desarrollada y patentada en el marco del proyecto europeo Watchplant. Se trata de un (bio)sensor portátil que permite “escuchar” a las plantas y detectar de forma temprana si están sufriendo estrés debido a condiciones desfavorables (agua, contaminación, etc.), ante de que muestren síntomas visibles.
Este dispositivo, que se coloca directamente sobre el tallo, extrae una pequeña cantidad de savia y analiza su contenido. En este proyecto se ha desarrollado un biosensor para una hormona vegetal llamada ácido abscísico (ABA), que actúa como señal de alerta cuando la planta está bajo condiciones de estrés. Además, es potencialmente adaptable a la detección de cualquier molécula presente en savia. El (bio)sensor funciona de forma rápida (en menos de 10 minutos), con una muestra muy pequeña que se extrae de manera autónoma y sin necesidad de personal especializado. Dicha herramienta representa un gran avance para la agricultura de precisión, ya que ayuda a los agricultores a tomar decisiones más informadas y sostenibles sobre temas como el riego, fertilizantes, etc; mejorando el uso de los recursos y la salud de los cultivos.